Justificación ideológica del  “ALZAMIENTO” DE 1936

Los vencedores entendían que la Guerra Civil fue una necesidad histórica, y que su necesidad  era trascendente, basada en la tradición, y que era glorioso participar en ella contra la conspiración contra el orden público y la conspiración marxista.

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¿Pronunciamiento o Alzamiento?

Existía un debate entre si denominarlo “Pronunciamiento” o “Alzamiento” dentro de la ideología fascista. Los grandes beneficiados de la guerra lo plantearon como la reacción frente la invasión comunista, en la que el pueblo se defendía de una invasión extranjera, entre españoles y contra españoles. Se intenta trasmitir el alzamiento en la idea de espontaneidad, donde un jefe militar se subleva contra el poder institucional (aunque las pruebas demuestran que está perfectamente planeado).

El régimen nunca buscó la reconciliación, imponiéndose y humillando al vencido. La guerra demostró que la victoria  era una victoria patrimonial, que imposibilitaba el poder a las clases populares, así como a renunciar a privilegios o a igualarse a los españoles derrotados.

 

       ALZAMIENTO DE FRANCO COMO  UNA CUESTIÓN DEL ORDEN PÚBLICO

 

Se  acusa a los partidos y organizaciones de izquierda como los únicos causantes del clima de subversión generalizada (Muchos de los disturbios eran promovidos por la derecha para culpar a la izquierda).

Los asesinatos políticos hacen la tensión  insoportable, de forma que la rebelión era moralmente legítima, donde una falsa propaganda hablaba de dos asesinatos díarios.

Por otro lado, la derecha  había sido desalojada en las elecciones parlamentarias, de forma que  clip_image002imposibilitada la vía legal, y fracasada la táctica del posibilismo no hubo otra manera que desestabilizar la situación por medio del ejército para terminar con la democracia, y por la vía de una dictadura militar.

 

   LA CONSPIRACIÓN MARXISTA EN ESPAÑA

Para conseguir captar a los repúblicasnos se hacían referencias  al Frente Popular, creando el Mito de la “Conspiración marxista”, financiada por Moscú, la cual se estaba preparando para la implantación del régimen comunista en España.

Se debía luchar, hacer una cruzada contra la amenaza a la civilización occidental. Las pruebas demostraron que no había ningún tipo de conspiración y que era todo pura falsificación. Ni la Internaciónal comunista, ni el PCE o el PSOE preparaban revolución alguna.

 

El anticomunismo en el mundo contemporáneo es la principal bandera ideológica que esgrimen las clases poseedoras en su pretensión de reconducir la política del Estado en beneficio exclusivo de sus intereses.

Hitler, Tojo y Musolini emplearon los mismos argumentos.

La República era constantemente acusada de ser débil frente al comunismo.

     DEFENSA DE LA TRADICIÓN FRANQUISTA

 

  •             Algunos sacerdotes con formación filosófica y teológica como “Aniceto de Castro Albarrán”  justificaron la resistencia contra un gobierno tiránico y sin esperanza de remedio.

Entendían que se la legalidad del sistema se hizo “torticera” y que se trataba de vencer a un poder revolucionario al grito de “Viva España Católica ¡ ¡ Arriba la España de Isabel la Católica!»

  •             Otro autor como Ignacio González Menéndez- Reinada justificó el alzamiento en la figura de Santo Tomas. Lozano García lo describía como un enemigo odioso y repugnante, enemigo de dios y España. El poeta León Felipe narraba que “nos han robado a Dios”

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FRANCO COMO AGLUTINADOR DE TODAS LAS FUERZAS FRANQUISTAS

El hecho es que gran parte de las fuerzas estaban bajo una sola persona: el General Franco. La Iglesia desempeño un papel capital, ya que dio el apoyo ideológico, y delimitaron el campo de batalla entre “fieles” e “infieles” presentándolo como una cruzada religiosa. Azaña en este sentido entendía que encauzarlo por la vía religiosa era malo incluso para la burguesía en si misma, a la vez que para la religión que se desacredita.

LA CRUZADA FRANQUISTA

El 6 de Agosto de 1936 los obispos de Vitoria y Pamplona hablaban de cruzada.

El vitoriano Mateó Múgica entendía que los rebeldes enarbolan la auténtica bandera, y que el comunismo y el anarquismo despojan al hombre de cualquier sentimiento elevado y de todo delicado amor. Hablaban de una sublevación no para perturbar, sino par restablecer el orden. Finalmente, el Vaticano reconoció al gobierno de Franco, afirmando que en España se había hecho una cruzada frente a la “contaminación extranjera”.

Hay que recordar que tanto la derecha como la izquierda bebían de sus respectivas corrientes extranjeras. La diferencia es que acabando el parlamentarismo y la vía electoral se les paraba los pies al pueblo y sus pretensiones.

 

 

 

 

Fuente: LA JUSTIFICACIÓN IDEOLÓGICA DEL “ALZAMIENTO” DE 1936. Alberto Reig Tapía.
Resumido por Emiliano López Tirado