focamonje
El Parque Natural de Cabo de Gata lleva ya unos años siendo bastante conocido fuera de nuestras tierras. Empieza a ser reconocido incluso fuera de nuestras fronteras. Cualquier almeriense se siente orgulloso de este pequeño reducto de naturaleza que ha pasado desapercibido durante tanto tiempo.

Sin embargo en los últimos años el aumento del numero de turistas a las costas de Almería debe hacernos replantear algunas cuestiones, a fin de que el Parque Natural no se acabe convirtiendo en un parque temático lleno de turistas irrespetuosos con el entorno.

Si bien la mayoría de los visitantes suele cuidar con esmero el no dejar basuras abandonadas, lo cierto es, que el parque empieza a parecer un aparcamiento. Creo, que no se debe olvidar que antes que un sitio para hacer turismo, es una reserva biológica.

Los que somos de Almería hemos visto como la construcción ha destruido hermosos parajes como Punta Entinas, por no decir en Roquetas de Mar, donde han desaparecido completamente las salinas, buena parte de sus salinas desecadas para la construcción de viviendas.

No hace tantos años que entre Aguadulce y Roquetas se podían observar preciosos flamencos y multitud de fauna endémica donde hoy, desecado solo hay casas encima. Cosa parecida ha sucedido en la “Urba”. La Zona de Vera, Mojácar, Carboneras sufre también problemas similares, si bien todavía se puede hacer algo para salvar el paisaje y las especies protegidas que allí habitan.

La cuestión que planteo es si es posible conservar las calas de Cabo de Gata del Turismo.

Las calas mas grandes están literalmente invadidas de sombrillas y las mas pequeñas de una especie de sujetos que se han inventado un rollo Hippie perro flauta desfasado y se han apropiado totalmente de las calas. Esto plantea serios problemas por un lado hay numerosas especies que necesitan una playa sin personas. Hace ya tiempo que las tortugas no tienen espacio, de no ser por un par de Calas poco accesibles y rigurosamente protegidas. Otra cuestión es la pesca ilegal y la presencia de embarcaciones de recreo.

Algunos de nuestros mayores recuerdan hace no tanto la estampa de focas, e incluso los mas jóvenes hemos visto hace no tanto delfines y ballenas a las que hace poco mas de una década perdimos de vista.

Mi solución es limitar el acceso rodado en velocidad, distancía o número a determinadas zonas del parque, tanto de coches como de embarcaciones de recreo, de esta manera se evitaría un personal excesivo en las grandes calas y el aprovisionamiento de esos ocupas que van de hippies para hacer su particular agosto con turistas. ¿Qué os parece? ¿Recogemos unas firmitas?